Pensar es una función más de todas las que hacemos diariamente.
El pensa-miento tiene un lado de luz y uno de sombra: elegimos pensar de acuerdo a los puntos de referencia internos, nuestras perspectivas, y así interpretamos la realidad.
Somos energía; y esta energía toma forma de creencias.
Nuestro cerebro es programado por las creencias “heredadas”.
Es el Espíritu el que nos guía, nos llama a transformar nuestras formas para evolucionar en el camino de regreso a lo sin forma, a la Luz que todo lo contiene y lo emana.
Eso es lo que posibilita el proceso evolutivo: el ir dándose cuenta de cuáles creencias nos permiten avanzar y cuáles son verdaderos obstáculos en nuestro avance y evolución en la vida.
Todos somos iguales, en tanto todos somos espíritu divino encarnado en un cuerpo para realizar esta experiencia: la humana.
Dicha experiencia será la consecuencia de responder a la ley causa-efecto. Las causas -las creencias- nos impulsan a manifestar hechos -efectos- que se traducen al mundo de la experiencia.
O sea: vivimos en el efecto, pero muchas veces no vemos las causas y seguimos repitiendo la misma experiencia.

Los acontecimientos son generados por nuestros pensamientos. Si seguimos dependiendo de la creencia heredada -esa ley del inconsciente que emerge- estaremos recortando la realidad a esa sola posibilidad, esa única imagen que trae dolor y muestra solamente una cara de la moneda.
Detrás de la mentira del pensamiento está lo Real: lo que no puede ser amenazado. (U.C.D.M.)
Todo pensamiento oculta: es como un velo del PENSAR, pues lo que está sucediendo es que hay un “pensando” …y no un pensador.
Si nos identificamos con el pensador, estará presente el ego -nuestra personalidad- bien aprendida, porque me creo idéntico a lo que creo que soy. Así, quedamos fijados a la forma que nuestras creencias definen.
Cuando utilizamos la frase “soy así”, es porque se ha creado una estructura, una forma que, en apariencia, nos da una forma de ser. Pero es eso, sólo UNA manera de ser; no la única y mucho menos la definitiva. El cambio es la única constante. Podemos cambiar nuestras creencias , podemos re-diseñarnos de nuevo , y pensar en YO SOY CREADOR y no tanto YO SOY ASÍ.
Así abriremos la puerta a encontrar el YO SOY ESO. Y “ESO” es Yo soy lo absoluto, Yo soy Espíritu y recordar que Soy Libre .
Lo esencial no cambia, somos Espíritu Manifestado. La forma que obtengamos podría ser lo que anhelamos manifestar, la manera de ser que deseamos expresar y transformarnos. Se trata de salir de la forma “fija” que nos separa de lo que no es igual y elegir una experiencia humana de unión y cooperación.
Y podemos ver una realidad diversa , podemos ver la oscuridad de la noche con el resplandor del brillo de la luna y las estrellas, y el fulgor del día de sol radiante con la sombras de los árboles que nos reparan del sol.
Todo vive en esta dualidad , todo está creado desde la luz y se proyecta como sombra .
Recordar lo que somos verdaderamente , para vivir cada día iluminando la sombra con la conciencia de
YO SOY LUZ .
El poder de elección es el único poder que no pueden quitarte, pero si puedes entregarlo si dejas que elijan por ti.
Isa Fernández
Debemos elegir porque ese es el libre albedrío
Elijamos bien nuestros pensamientos para vivir experiencias felices.
Con amor, Isa