De síntomas y enfermedades + reprogramación de creencias.

La bio-genealogía permite acceder al inconsciente familiar para encontrar el origen de los conflictos somatizados en el cuerpo físico. Biologizar un conflicto es lo que conocemos como enfermedad.

El síntoma es la señal de alarma de que algo no anda bien. El malestar comienza siempre a nivel espiritual y va atravesando diferentes estadios. Un conflicto puede quedarse en el nivel psíquico durante mucho tiempo, en donde la persona sigue su vida aparentemente normal, sin evidencia en el cuerpo físico, pero con signos claros de no sentirse bien.

Es la típica pregunta:

– ¿Cómo te sientes?
– Ahí andamos, tirando…

En este nivel el síntoma se hace presente porque no sentirse bien no es nuestro derecho natural: nacimos para vivir sanos, completos y felices. Todo aquello que impida esto proviene de nuestras creencias heredadas. Todos tenemos una herencia “espiritual” y es nuestra tarea estar al servicio de sanar lo que hemos tomado si esto impide nuestra evolución. 

Hay un “debe ser” que obliga al ser humano a repetir inconscientemente lo aprendido. Los patrones y mandatos heredados son esta obligación (lealtades familiares) que nos mantiene unidos al sistema familiar al que pertenecemos [ley de pertenencia].

La enfermedad es el nivel donde el conflicto se materializa. Se puede quedar en el psiquismo mucho tiempo; esto significa, que aunque no me siento bien, mi cuerpo funciona. Pero, en un momento, algo deja de funcionar: el cerebro ha dado la orden de liberar el conflicto utilizando los órganos del cuerpo que se corresponden a la emoción resentida que no sana. 

En la sesión de bio-genealogía los órganos afectados son el vehículo para llegar al origen del conflicto y su resolución. La enfermedad comienza en un instante al que llamamos “shock”. Este es el momento donde “algo sucede”. 

No es lo que ha pasado sino como hemos interpretado el suceso. 

No es lo que “nos pasa en la vida”, sino como nosotros reaccionamos frente a los acontecimientos.

Mi tarea es facilitarte la comprensión y la toma de consciencia de aquello que es necesario soltar definitivamente (la cura es al 100%) para poder tomar la fuerza de la vida, y con ella la alegría de poder vivirla confiando en el poder del amor.