¡Hola! Gracias por estar leyendo mi historia. Mi nombre es María Isabel Fernández y me conocen como Isa. Sin saber que el camino espiritual me marcaba un destino de aprendizaje me preguntaba de pequeña
¿Quién soy?

Me sentía diferente a los demás y pasaba largas horas mirando asombrada y conmovida ese atardecer que veía y sentía desde el punto más alto del tanque de agua de la terraza donde me sentaba a meditar, sin saber que eso era lo que hacía. Por ese entonces tenía 7 años.

La vida siguió con el programa familiar, como debía ser, cumpliendo los roles de esposa, madre, hija hermana, etc. Mi compromiso con la vida era, según ese yo, hacer lo que hacía.

Finalmente, a los 35 años, un viento del norte en esa tarde lejana, dónde la soledad y la tristeza tomaron asiento, en un banquito de esa plaza, que podía ser cualquier plaza, debajo de ese árbol inolvidable que me susurro al oído: ¿Qué vas a hacer con tu vida? Esto es lo que querías. ¿Por qué estás tan triste y desilusionada? Esa fue la desilusión que impulso el gran cambio.

Me involucré en cuerpo, mente y alma en el aprendizaje. Primero fue el Yoga, más tarde la biodecodificación y, en el tiempo perfecto y divino, llegó el entrenamiento de la Visión Aural. Estos recursos que la vida me puso delante, los tomé, los absorbí, me nutrieron, me sanaron y curaron en todos mis niveles, restaurando mi campo energético para darme cuenta que ese es el camino que buscaba.

Aún desconocía hacia dónde iba, sólo sabía que era por allí. Con devoción, pasión y entusiasmo me encontré viviendo tantos momentos con la Divinidad, que decidí continuar por ese camino y aquí estoy.

Hoy me dedico a compartir el método de Visión Aural, enseñando estos conocimientos milenarios que he adquirido y experimentado a lo largo de estos últimos 20 años porque creo fehacientemente en el poder divino que vibra en cada uno de nosotros.

Todo es posible

Con amor, Isa